Hemos dedicado un post a exfoliantes y mascarillas faciales, pero ninguno específico para la higiene de la piel.
La primera cuestión sería si es necesario limpiarse la cara a diario, y la respuesta es sí. ¿Por qué? Debemos eliminar la suciedad medioambiental, junto con la secreción sebácea o grasa, el sudor y las células más superficiales de la capa córnea (lo que se suelen llamar popularmente 'células muertas'). Recordad que el recambio epidérmico dura aproximadamente 20-25 días y que se altera en ciertas enfermedades.
Los estudios de mercado corroboran el incremento de ventas en productos de higiene facial, de hecho, en una estadística que leía la semana pasada, parecen ser los cosméticos más demandados por los hombres (incluían cosméticos de limpieza para el afeitado).
Debemos ser muy cuidadosos al elegir el limpiador facial, y tener en cuenta las características de nuestra piel (grasa, sensible...) o con dermatitis (seborreica, rosácea, perioral...).
La regla número 1 es que la higiene de la piel debe ser suave, para no agredir la piel. Esta regla también es aplicable a las limpiezas faciales realizadas en centros de estética... Esta tarde he visto en consulta a una paciente a la que habían hecho una limpieza esta mañana y todavía tenía la piel enrojecida... (ya dedicaremos un post a este tema).
La regla número 2 es que son preferibles los 'syndets' o limpiadores sin jabón a los jabones. ¿Cuál es la diferencia? Los jabones están constituidos por una sal de ácido graso obtenidos por saponificación, mientras que los syndets son 'jabones sin jabón'.
Curiosamente los panes dermatológicos o 'syndets' se desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial como sustitutos del jabón para poder usarlos con agua del mar.
Los jabones son productos alcalinos que pueden alterar el pH cutáneo y producir una desecación e irritación de la piel, mientras que los 'syndets' limpian gracias a diversos tensoactivos por lo que son menos agresivos. La composición final y fabricación de éstos últimos es más compleja, lo que explica su mayor precio.
La regla número 3 es evitar la limpieza facial con productos que contengan alcohol, perfumes ni tampoco povidona yodada. Si nos gusta usar tónico tras la higiene, debe ser sin alcohol (el agua de rosas es una buena opción) aunque yo me decanto por las aguas termales.
Por último, recordaros que existen novedades en cuanto a la formulación e ingredientes de los limpiadores. Como ejemplo de nuevas fórmulas destacan los limpiadores en espuma, y como ingrediente señalar las sales de zinc, con el sulfato de zinc coceth a la cabeza, que consigue una limpieza eficaz y segura.
¡Ah! Y cuidado con algunas toallitas limpiadoras, pueden contener Kathon CG que actúa como sensibilizante y puede provocar dermatitis de contacto.
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