El 80% de los jóvenes (sobre todo los varones) pueden padecer acné, pero un 20% de ellos puede continuar teniendo 'granos' después de los 20 años. Es lo que se llama acné del adulto y en este grupo predominan las mujeres. ¿Será porque tenemos más estrés?
En el último número de la revista de la Sociedad Alemana de Dermatología (a la que pertenezco desde 1993), me ha llamado la atención encontrar un artículo sobre la epidemiología del acné. En este artículo, se revisan los principales trabajos científicos hasta la fecha sobre los factores de riesgo del acné.
¿Cuáles son sus conclusiones? Pues que, como todo en medicina, los genes influyen lo suyo: por ejemplo, el riesgo de un adulto de sufrir acné se multiplica por 4 si tiene familiares de primer grado (padres o hermanos) con acné. Aquí no vale echarle la culpa a los padres de la herencia que nos han dejado, como me he escuchado a veces en la consulta...
En este artículo se analizan otros factores, como el tabaco, que sí podemos controlar y cuya influencia en el acné se ha descubierto en estudios de años recientes (2002 y 2004) en países tan distintos como Alemania o India. Vamos que si fumando, además de salir arrugas nos salen granos, apaga el cigarro y vámonos...
En cuanto a la alimentación, siguen faltando estudios definitivos. Existen algunos de los años 70, donde no se encontró relación entre chocolate y acné; aunque hay otro trabajo reciente que muestra que en algunos casos los frutos secos, la coca-cola, la leche, el queso y los fritos podrían empeorarlo. Lo que está claro es que para tratar el acné, no hay que hacer ningún tipo de dieta, pero que si observamos que algún alimento nos produce granos, pues ¡a suprimirlo! Diréis que esta observación es "de cajón", pero la experiencia demuestra que a veces somos tan caprichosos que sabiendo que algo nos va mal, lo seguimos haciendo: comemos chocolate y chorizo cuando estamos a dieta, fumamos o nos exponemos demasiado al sol; y siempre bajo la excusa de que "un poco no me hará daño" o es que "entonces no disfrutamos de la vida"...
Lo que ya es más difícil de evitar hoy en día y es un factor que subyace en muchos casos de acné adulto es ... ¿lo adivináis? El tan traído y llevado estrés. He buscado en un libro que me ha regalado recientemente un amigo y que os aconsejo: es el Diccionario Panhispánico de Dudas y la definición es: "adaptación gráfica de la voz inglesa stress, tensión provocada por situaciones agobiantes y que origina reacciones psicosomáticas". Bueno, como no le quiero hacer la competencia al blog de Mis circunstancias, os remito a él para ampliar el tema.
Finalmente, no hay que olvidar los factores hormonales, sobre todo en algunas mujeres que pueden asociar al acné alteraciones menstruales y/o exceso de vello. Por ello, es conveniente que todos los casos de acné del adulto acudan al dermatólogo para su correcto diagnóstico y tratamiento, ha habido muchos avances en este campo que ya comentaremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario