Una mascarilla facial hecha casa puede afirmar y revitalizar la piel. Puede ayudar a eliminar las arrugas y a tener una piel más saludable. Hay básicamente tres tipos de piel, grasa, normal y seca, pero lo mejor es tratar de mantener la piel equilibrada, y para darse cuenta de ésto fíjate que la piel no tenga un aspecto ni seco ni brillante. Las máscaras de piel son muy útiles para hacer que la piel se encuentre balanceada, más suave y tersa. También ayudan a la buena circulación en la cara y la limpieza del cutis. En las máscaras faciales hechas en casa pueden usarse una serie de vegetales y frutas como el plátano, aguacate, uva, melón, melocotón, nectarina.
Para hacer una mascarilla en base a tomate, mezcla 2 o 3 cucharadas de zumo de tomate, 50 gramos de harina de avena, 125 gramos de yogur, 100 ml de agua destilada. Mezclar el zumo de tomate con el yogur. Hervir la mezcla de harina de avena y agua durante 20 minutos. Mezclar los dos preparados anteriores hasta que quede una pasta suave y dejar que se enfríe. Acuéstate y aplica una capa gruesa en la cara y el cuello y dejar actuar durante 30 minutos. Mantener los ojos cerrados y sentirse relajada. Luego, enjuagar con agua fría. Es un remedio eficaz para la limpieza de granos y espinillas, deja la piel suave y retira la película de grasa de la piel. Esta máscara también es beneficiosa no sólo para eliminar las impurezas, sino también las células muertas y desechos de la piel.
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