Esta molécula, que se transfiere al feto en el tercer trimestre del embarazo, resulta escasa en las dietas occidentales.
La edición digital de la revista “Nature Medicine” publica un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston (Estados Unidos), que afirma que un aumento en el consumo en la dieta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podría prevenir enfermedades oculares como las que sufren los bebés prematuros o los enfermos de diabetes.
Los vasos sanguíneos del ojo experimentan un crecimiento anormal con muchas enfermedades que amenazan la visión, entre ellas la retinopatía de prematuridad, una enfermedad que afecta a los bebes prematuros, y la retinopatía diabética. Los científicos estudiaron en ratones la influencia de los ácidos grasos omega-3 sobre la pérdida de vasos sanguíneos y su reaparición después de una lesión en la retina. Así, el aumento de los ácidos derivado de la dieta o métodos genéticos supuso una limitación del crecimiento patológico de los vasos sanguíneos al reducir la producción de mediadores inflamatorios en el ojo, según este trabajo.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 a menudo son escasos en las dietas occidentales y los bebés prematuros carecen de esta molécula, que se transfiere de la madre al feto durante el tercer trimestre del embarazo. Los suplementos de ácidos grasos omega-3 podrían ayudar a prevenir la retinopatía, concluyeron los investigadores tras su estudio.
La edición digital de la revista “Nature Medicine” publica un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston (Estados Unidos), que afirma que un aumento en el consumo en la dieta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podría prevenir enfermedades oculares como las que sufren los bebés prematuros o los enfermos de diabetes.
Los vasos sanguíneos del ojo experimentan un crecimiento anormal con muchas enfermedades que amenazan la visión, entre ellas la retinopatía de prematuridad, una enfermedad que afecta a los bebes prematuros, y la retinopatía diabética. Los científicos estudiaron en ratones la influencia de los ácidos grasos omega-3 sobre la pérdida de vasos sanguíneos y su reaparición después de una lesión en la retina. Así, el aumento de los ácidos derivado de la dieta o métodos genéticos supuso una limitación del crecimiento patológico de los vasos sanguíneos al reducir la producción de mediadores inflamatorios en el ojo, según este trabajo.
Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 a menudo son escasos en las dietas occidentales y los bebés prematuros carecen de esta molécula, que se transfiere de la madre al feto durante el tercer trimestre del embarazo. Los suplementos de ácidos grasos omega-3 podrían ayudar a prevenir la retinopatía, concluyeron los investigadores tras su estudio.
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