Esta dieta se sigue durante 8-10 días. El tomate se come crudo, evitando la piel y las semillas.
Lunes, miércoles, viernes y domingo.
Desayuno: batido a base de 200 g de tomates, el zumo de medio limón, sal, pimienta y perejil triturado.
Comida: 300 g de tomates en ensalada condimentados con 15 g de aceite de oliva, el zumo de medio limón y las siguientes hierbas aromáticas finamente picadas: perejil, albahaca, media cebolleta, un poco de apio, una hoja de laurel, un pellizco de orégano y otro de pimentón; una rebanada de pan tostado; tres rodajas de piña embebidas en un cuarto de litro de vino blanco seco.
Cena: 200 g de tomates en ensalada con 15 g de aceite de oliva, vinagre, 6 hojas de albahaca y perejil, más 80 g de queso magro cortado en taquitos; una rebanada de pan tostado; una rodaja de piña y vino blanco como en la comida.
Martes, jueves y sábado.
Desayuno: zumo de tomates como los demás días; un huevo escalfado; una rebanada de pan tostado.
Comida: 300 g de tomates en ensalada condimentados con 20 g de aceite de oliva y sal vegetal; condimentar la ensalada con 6-8 hojas de albahaca, un huevo duro y una anchoa en aceite; una rebanada de pan tostado; cuatro rodajas de piña con limón; un cuarto de litro de vino blanco seco.
Cena: 200 g de tomates cortados por la mitad y cocinados de la siguiente manera: se introduce una lonchita de queso magro entre ambas mitades del tomate y se hace a la plancha, se condimenta a continuación con 15 g de aceite de oliva, sal, vinagre, un pellizco de orégano y ocho hojas de albahaca; una rebanada de pan tostado; tres rodajas de piña con limón; un cuarto de litro de vino blanco seco.
Este régimen alimentario prevé la ingestión diaria de 35 g de proteínas, 20 g de lípidos y 200 g de glúcidos, más vitaminas y sales minerales, y aporta en tomo a las 1.000-1100 calorías al día.
Dieta irracional de Humplik. El doctor H. Humplik afirma que el cálculo de las Calorías es un cálculo empírico que no tiene en cuenta la fisiología de la digestión. Según Humplik se puede adelgazar comiendo hasta la saciedad e incluso introduciendo en el organismo un número de calorías superior a las presuntamente necesarias, si se tiene en cuenta la cantidad de energía que necesita el organismo para asimilar los distintos alimentos, según su naturaleza y preparación.
La dieta consiste en la administración de proteínas de todo tipo: carnes magras (fritas, hervidas, a la plancha, ahumadas, desecadas); huevos, especialmente duros; y verduras, sobre todo crudas. Se aconsejan los rabanitos, los pepinos (con piel), los pimientos verdes, las ensaladas, la fruta fresca (excepto plátanos, dátiles, higos, uvas, mandarinas y bayas). Están permitidas las verduras cocidas (sin harina, ni grasas y no en puré). Están prohibidos los zumos de fruta y las mermeladas.
El tratamiento de Humplik es menos absurdo de cuanto pueda parecer a primera vista, aunque en la práctica puede resultar difícil establecer una dieta basada en alimentos cuya asimilación requiera un gasto energético superior a la cantidad de energía proporcionada al organismo por los alimentos, es decir, una dieta irracional. Es irracional en la medida en que el objeto de la alimentación consiste precisamente en proporcionar energía al organismo, pero, según Humplík, es racional para el obeso, porque no excluye grasas, proteínas, hidratos de carbono ni vitaminas y tampoco obliga al paciente a restricciones excesivas.
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