En qué consiste:
Durante siglos, los conocimientos de la naturaleza fueron limitados, y la tecnología no había alcanzado aún su pleno desarrollo. El pensamiento de la gente estaba encadenado a las creencias tradicionales y conservadoras, y la mentalidad del hombre no estaba tan libre de prejuicios. Cualquiera que se apartara de lo tradicional era señalado como “traidor a la sociedad”.
En el seno de esta comunidad vieja y conservadora, la “experiencia” acumulada era la fuente del saber y se consideraba el más valioso tesoro. Los jóvenes respetaban a los mayores por su experiencia.
En ese entonces, cuando a una persona le ocurría algo, lo primero y fundamental era su respuesta emocional hacia lo ocurrido. Tales experiencias se explican por medio de la “sabiduría”, dando paso al “conocimiento”.
La persona que poseía gran experiencia y conocimientos, estaba capacitada para percibir la gran naturaleza, que incluye también la naturaleza humana y los ciclos celestes. Esta naturaleza humana fue ampliamente estudiada e investigada, dando paso así a las tradiciones.
La Medicina Tradicional China es uno de los artes más antiguos de sanación. En realidad, es una medicina preventiva.
Antiguamente, los monjes eran los encargados de la salud de la aldea. Visitaban a las familias en forma periódica y a través de diferentes técnicas mantenían la buena salud de los habitantes, quienes retribuían esos servicios a través del trueque.
El libro más antiguo de Medicina Tradicional China es el HUANGDI NEIJING (Canon de medicina interna), escrito en forma de diálogo entre el Emperador amarillo y su médico de cabecera. Ahí podemos encontrar las propiedades curativas de la granada y del ruibarbo. El emperador KIWANG-TI acostumbraba a darse baños con esas hierbas para sus dolores articulares.
La dietética china, junto con la Acupuntura, la fitoterapia y el masaje forman parte de los pilares terapéuticos fundamentales de la Medicina Tradicional China.
Con la acupuntura y el masaje movilizamos y regulamos la energía; con la fitoterapia y la dieta preservamos y nutrimos la esencia.
Si la nutrición es adecuada, la energía será abundante, los órganos estarán bien nutridos y el “Shen” florecerá (nuestro sistema nervioso y nuestras emociones estarán en armonía).
La alimentación es pues, esencial para lograr el equilibrio, la armonía y por tanto la salud integral.
La Medicina Tradicional China clasifica a los alimentos según diferentes criterios:
Según la energía intrínseca o naturaleza del alimento:
Alimentos calientes y templados: tonifican, calientan, ascienden, mueven.
Alimentos neutros: estabilizan, armonizan, centran.
Alimentos frescos y fríos: refrescan, sedan, astringen, hidratan.
Según su sabor: Cada sabor tiene una característica energética diferente:
Alimentos ácidos: astringen, contraen la energía hacia adentro.
Actúan sobre el Hígado y la Vesícula Biliar (elemento Madera).
Alimentos amargos: favorecen el drenaje y la evacuación, descienden y secan.
Actúan sobre el Corazón y el Intestino Delgado (elemento Fuego).
Alimentos salados: En cantidad moderada ablandan, lubrifican.
Actúan sobre el Riñón y la Vejiga Urinaria (elemento Agua).
Alimentos dulces: ascienden la energía y lubrifican.
Actúan sobre el Bazo, Páncreas y Estómago (elemento Tierra).
Según su color:
Alimentos rojos: revitalizan.
Alimentos amarillos: estabilizan, equilibran.
Alimentos verdes: desintoxican, depuran.
Alimentos negros: astringen, tonifican el “Jing” (esencia).
Alimentos blancos: purifican.
Según el tropismo del meridiano:
Cada alimento tiene un meridiano de impacto principal:
Ejemplo: La pera por el meridiano del pulmón las espinacas por el del hígado la calabaza por el del Bazo las castañas por el corazón los azukis por el riñón.
Según el movimiento de la energía que inducen , etc
Teniendo en cuenta todos estos criterios y según el diagnóstico de la persona se determinan los alimentos más convenientes para corregir los desequilibrios existentes.
Ventajas:
No es una dieta fija sino que se adapta a las condiciones particulares de cada persona: constitución física, edad, época del año, pais en que vive, tipo de trabajo que realiza, tipo de patología que presenta etc
No tiene en cuenta el aspecto cuantitativo (cantidad de alimento) sino el cualitativo (calidad energética del alimento).
Está basada en los principios básicos de la Medicina Tradicional china que tiene en cuenta al ser humano desde la totalidad, desde la globalidad.
Inconvenientes:
Para aplicar este tipo de dietas se requieren conocimientos previos de la Medicina tradicional China o bien asesorarse por un profesional.
Ejemplo de un menú:
Vamos a hacer 2 dietas comparativas para:
Tipo A: una persona friolera, lenta, asténica con tendencia al cansancio.
Tipo B: una persona activa, nerviosa, pletórica y con tendencia al calor.
Desayuno:
Tipo A:
Crema de avena con un poco de canela y 2 o 3 nueces.
Tipo B:
Macedonia de frutas de la estación con zumo de naranja o yogourt (mejor de cabra).
Almuerzo (mediodia):
Tipo A:
Sopa de miso con alga wakame y zanahorias.
Azukis (hervidos con cebolla, un poco de calabaza, puerros, diente de ajo y un poco de jenjibre) acompañados de arroz integral.
Postre: manzana al horno.
Infusión: de regaliz y salvia o tomillo.
Tipo B:
Ensalada variada con rabanitos, nabo rallado, endivias, germinados, alga nori y pipas de girasol.
Pasta integral (macarrones, espaguetis..) con verduras guisadas o salteadas.
Postre: requesón.
Infusión: de poleo menta o manzanilla.
Cena:
Tipo A:
Sopa de arroz integral y trigo sarraceno.
Pollo a la plancha con estofado de verduras.
Tipo B:
Crema de espárragos con semillas de sésamo.
Pescado guisado con verduras en su jugo. En la dieta tipo A se eligen alimentos de naturaleza tibia, neutra y algún caliente.
En el tipo B alimentos mayoritariamente frescos y neutros y algún frío.
También tendremos en cuenta los sabores, los colores etc…
Observaciones:
Realmente la Dieta según la Medicina Tradicional China nos ayuda a ser consciente en todo momento de cómo nos sentimos (con calor o frío, cansados o excitados, con sequedad o exceso de sudor, etc.) y a partir de aquí modificar nuestra dieta con sólo unos retoques para recuperar el equilibrio.
En el seno de esta comunidad vieja y conservadora, la “experiencia” acumulada era la fuente del saber y se consideraba el más valioso tesoro. Los jóvenes respetaban a los mayores por su experiencia.
En ese entonces, cuando a una persona le ocurría algo, lo primero y fundamental era su respuesta emocional hacia lo ocurrido. Tales experiencias se explican por medio de la “sabiduría”, dando paso al “conocimiento”.
La persona que poseía gran experiencia y conocimientos, estaba capacitada para percibir la gran naturaleza, que incluye también la naturaleza humana y los ciclos celestes. Esta naturaleza humana fue ampliamente estudiada e investigada, dando paso así a las tradiciones.
La Medicina Tradicional China es uno de los artes más antiguos de sanación. En realidad, es una medicina preventiva.
Antiguamente, los monjes eran los encargados de la salud de la aldea. Visitaban a las familias en forma periódica y a través de diferentes técnicas mantenían la buena salud de los habitantes, quienes retribuían esos servicios a través del trueque.
El libro más antiguo de Medicina Tradicional China es el HUANGDI NEIJING (Canon de medicina interna), escrito en forma de diálogo entre el Emperador amarillo y su médico de cabecera. Ahí podemos encontrar las propiedades curativas de la granada y del ruibarbo. El emperador KIWANG-TI acostumbraba a darse baños con esas hierbas para sus dolores articulares.
La dietética china, junto con la Acupuntura, la fitoterapia y el masaje forman parte de los pilares terapéuticos fundamentales de la Medicina Tradicional China.
Con la acupuntura y el masaje movilizamos y regulamos la energía; con la fitoterapia y la dieta preservamos y nutrimos la esencia.
Si la nutrición es adecuada, la energía será abundante, los órganos estarán bien nutridos y el “Shen” florecerá (nuestro sistema nervioso y nuestras emociones estarán en armonía).
La alimentación es pues, esencial para lograr el equilibrio, la armonía y por tanto la salud integral.
La Medicina Tradicional China clasifica a los alimentos según diferentes criterios:
Según la energía intrínseca o naturaleza del alimento:
Alimentos calientes y templados: tonifican, calientan, ascienden, mueven.
Alimentos neutros: estabilizan, armonizan, centran.
Alimentos frescos y fríos: refrescan, sedan, astringen, hidratan.
Según su sabor: Cada sabor tiene una característica energética diferente:
Alimentos ácidos: astringen, contraen la energía hacia adentro.
Actúan sobre el Hígado y la Vesícula Biliar (elemento Madera).
Alimentos amargos: favorecen el drenaje y la evacuación, descienden y secan.
Actúan sobre el Corazón y el Intestino Delgado (elemento Fuego).
Alimentos salados: En cantidad moderada ablandan, lubrifican.
Actúan sobre el Riñón y la Vejiga Urinaria (elemento Agua).
Alimentos dulces: ascienden la energía y lubrifican.
Actúan sobre el Bazo, Páncreas y Estómago (elemento Tierra).
Según su color:
Alimentos rojos: revitalizan.
Alimentos amarillos: estabilizan, equilibran.
Alimentos verdes: desintoxican, depuran.
Alimentos negros: astringen, tonifican el “Jing” (esencia).
Alimentos blancos: purifican.
Según el tropismo del meridiano:
Cada alimento tiene un meridiano de impacto principal:
Ejemplo: La pera por el meridiano del pulmón las espinacas por el del hígado la calabaza por el del Bazo las castañas por el corazón los azukis por el riñón.
Según el movimiento de la energía que inducen , etc
Teniendo en cuenta todos estos criterios y según el diagnóstico de la persona se determinan los alimentos más convenientes para corregir los desequilibrios existentes.
Ventajas:
No es una dieta fija sino que se adapta a las condiciones particulares de cada persona: constitución física, edad, época del año, pais en que vive, tipo de trabajo que realiza, tipo de patología que presenta etc
No tiene en cuenta el aspecto cuantitativo (cantidad de alimento) sino el cualitativo (calidad energética del alimento).
Está basada en los principios básicos de la Medicina Tradicional china que tiene en cuenta al ser humano desde la totalidad, desde la globalidad.
Inconvenientes:
Para aplicar este tipo de dietas se requieren conocimientos previos de la Medicina tradicional China o bien asesorarse por un profesional.
Ejemplo de un menú:
Vamos a hacer 2 dietas comparativas para:
Tipo A: una persona friolera, lenta, asténica con tendencia al cansancio.
Tipo B: una persona activa, nerviosa, pletórica y con tendencia al calor.
Desayuno:
Tipo A:
Crema de avena con un poco de canela y 2 o 3 nueces.
Tipo B:
Macedonia de frutas de la estación con zumo de naranja o yogourt (mejor de cabra).
Almuerzo (mediodia):
Tipo A:
Sopa de miso con alga wakame y zanahorias.
Azukis (hervidos con cebolla, un poco de calabaza, puerros, diente de ajo y un poco de jenjibre) acompañados de arroz integral.
Postre: manzana al horno.
Infusión: de regaliz y salvia o tomillo.
Tipo B:
Ensalada variada con rabanitos, nabo rallado, endivias, germinados, alga nori y pipas de girasol.
Pasta integral (macarrones, espaguetis..) con verduras guisadas o salteadas.
Postre: requesón.
Infusión: de poleo menta o manzanilla.
Cena:
Tipo A:
Sopa de arroz integral y trigo sarraceno.
Pollo a la plancha con estofado de verduras.
Tipo B:
Crema de espárragos con semillas de sésamo.
Pescado guisado con verduras en su jugo. En la dieta tipo A se eligen alimentos de naturaleza tibia, neutra y algún caliente.
En el tipo B alimentos mayoritariamente frescos y neutros y algún frío.
También tendremos en cuenta los sabores, los colores etc…
Observaciones:
Realmente la Dieta según la Medicina Tradicional China nos ayuda a ser consciente en todo momento de cómo nos sentimos (con calor o frío, cansados o excitados, con sequedad o exceso de sudor, etc.) y a partir de aquí modificar nuestra dieta con sólo unos retoques para recuperar el equilibrio.